martes, 14 de abril de 2020

Indoor


Los días pasan entre observar la evolución de las plantas, en especial sigo el recorrido de una. Se germinó desde semilla y de ahí pasó a una maceta con un cactus y cuando sentí que era el momento, pasó a convivir sola.
Ella es la que orienta los pasos que emergen a pesar del encierro.
Sentir que mi involución se enriquece en comparación con lo que es. con lo que va a ser a pesar de mis deseos.
Aunque la comparación sea absurda no puedo evitarla.

Algo fluye de un día a otro; mínimo, ínfimo, pero sigue su marcha, mientras que en mi interior el desarrollo parece escaso.
Me obliga a sentir, a sentirme aunque no quiera. Ya no es en el pensamiento que existe, en el cuerpo brotan y brotan sensaciones de hojas verdes.
La admiro, porque sigue aunque el Sol no aparezca. Se volvió la única que distrae que siga sola.
Ella no lo sabe, no entiende mi admiración 
y desde esa observación me conecto con ella, con su universo infinito que un día será más que una flor.