jueves, 2 de septiembre de 2010

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un saco salmón se desliza por la silla. esperaba solo y en silencio muy cómodo con sus costados  simétricamente iguales y que desde la punta de la cama se veían como el test de Roschard. lo cubría otra cosa que no se dejaba ver muy bien por la sombra que se colaba por la ventana. la madera dónde se apoyaba estaba curtida por los roces, era marrón o bordeaux? los colores de la silla no eran nítidos y eso hacía que no pudiera definirlos. podría ponerme algo debajo del saco, pero qué?
lo seguía contemplando sin saber demasiado de combinaciones de colores. ahora me parecía que el salmón estaba mutando al rojo y que el color de la madera era una opción para ponerla en un pañuelo. y hacer una guerra de colores? así sería más fácil que el saco salmón tuviera compañia. enchufé la lámpara de nuevo para ir calentando la noche y me arrollé en la cama un rato más, para contemplar como quedaría puesto en mí.